Chateau Rieutort 4*
Servicios principales
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Wi-Fi
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Parking gratuito
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Piscina
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Actividades
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Spa y relajación
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Salas de reuniones
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Agradable para niños
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Aire acondicionado
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No se permiten mascotas
Ubicación
El hotel de 4 estrellas Chateau Rieutort Saint-Pargoire, situado a 10 minutos en coche de Chateau de Cazouls-d'Herault, atrae a los huéspedes con un jacuzzi, bañera de hidromasaje y también instalaciones de sauna. Este bed and breakfast cuenta con WiFi en toda la propiedad.
El hotel se encuentra a 1 km del centro de Saint-Pargoire y a 45 km del aeropuerto Beziers. Narbona está a 55 km del lugar y Le Village des Enfants a unos 15 minutos en coche. Este hotel, ubicado alrededor parque y viñedos, es favorable para explorar los lugares de interés locales. La Ferme du Dolmen está alrededor de 15 minutos en coche del Chateau Rieutort.
Cuenta con 6 habitaciones con zona de estar y una zona de comedor. Algunas están equipadas con TV de pantalla plana con canales vía satélite y TV inteligente de pantalla plana, además de minibar y servicio de tetera/cafetera. Las habitaciones tienen un cuarto de baño inteligente equipado con albornoces y bañera de hidromasaje. Las habitaciones del establecimiento disponen de almohadas de plumas, almohadas de plumón y almohadas hipoalergénicas. Los huéspedes tienen a su disposición jacuzzi y bañera de hidromasaje, además de comodidades como albornoces y zapatillas. Algunas habitaciones incluyen vistas al jardín.
El Chateau Rieutort Saint-Pargoire sirve un desayuno continental. El bar del establecimiento cuenta con billar, futbolín y mesa de billar.
Reseña de un crítico de hotel
Mi reciente escapada al Château Rieutort fue verdaderamente un deleite para los sentidos. La maravillosa decoración del edificio y sus jardines te transportan a otra época, y el desayuno era un festín que me dejó con ganas de más. El personal no solo es sumamente amable, sino que también logra crear un ambiente cálido y amistoso, lejos del esnobismo que a veces se asocia con alojamientos de lujo. Disfrutar de una copa de vino de la casa mientras contemplaba las vistas del viñedo desde la terraza privada fue simplemente mágico. Sin duda, un lugar donde llegas como extraño y te vas como amigo.